¿Cómo se compite?
La duración de un partido es de dos tiempos de 45 minutos, con un periodo intermedio de descanso que no excede los 15 minutos. En algunos casos, puede ser mayor cuando hay empate. Se aplica un tiempo suplementario o una serie de tiros penales.
Cada encuentro es controlado por un árbitro principal designado por la organización de la competición en cuestión, quien es la autoridad máxima del partido y el encargado de hacer cumplir las reglas del juego. Todas las decisiones del árbitro son definitivas.
El árbitro tiene a su disposición dos árbitros asistentes para ayudarlo en la toma de decisiones. Posee también un cuarto árbitro a su disposición, quien es el que lo corrobora, y además controla a los siete suplentes y cuerpo técnico. El cuarto árbitro, además, indica las sustituciones y el aumento del tiempo reglamentario.
Este deporte se practica con una pelota esférica (de cuero u otro material, con una circunferencia no mayor a 70 centímetros y no inferior a 68 centímetros), y un peso no superior a 450 gramos y no inferior a 410 gramos al comienzo del partido.
El fútbol se juega en un terreno rectangular de césped natural o artificial. Las medidas permitidas del terreno son de 90 a 120 metros de largo y de 45 a 90 metros de ancho. Pero para partidos internacionales se recomiendan las medidas entre 100 y 110 metros de largo, y entre 64 y 75 metros de ancho.