Remo
Al ser un deporte al aire libre, el clima y el estado del agua son factores con los que las tripulaciones deben lidiar para lograr su mejor rendimiento. El remo consiste en propulsar una embarcación con remos a lo largo de un recorrido de 2.000 metros en línea recta.
A diferencia del canotaje donde los atletas miran hacia adelante, los remeros se sientan de espaldas mirando en contra la dirección del movimiento. De hecho, es el único deporte que llega a la meta de espaldas por lo que cada tripulación debe confiar y hacer caso al juez que va siguiendo la carrera detrás de los botes, mirando en dirección a la meta.
Cada remero tiene los pies asegurados al bote, mientras que su asiento se desliza hacia adelante y
hacia atrás a lo largo de los rieles, provocando que el remo se mueva y entre al agua para desplazar el bote con el movimiento continuo de los remeros.
Además de una inmensa fuerza física, el éxito en el remo se debe también a la técnica y al trabajo en equipo para obtener la máxima velocidad y distancia en cada remada.
Un remero o los equipos deben administrar su carrera a la perfección, asegurándose de tener suficiente energía durante toda la competición y liderar la carrera.