Clasificación deportiva

Consiste en la evaluación médico-funcional para los atletas, con el fin de agruparlos según el grado de deficiencia o limitación funcional física sobre su desempeño deportivo y garantizar con ello una competencia justa.

En boccia compiten deportistas de las siguientes categorías:

BC1: Poseen graves limitaciones de actividad que afectan a las piernas, los brazos y el tronco, y suelen ser usuarios de silla de ruedas eléctrica.

BC2: tienen una mejor función del tronco y de los brazos que los de la clase BC1. Las capacidades de sus brazos y manos les permiten a menudo lanzar el balón por encima y por debajo de la cabeza y con una variedad de agarres.

BC3: tienen limitaciones significativas en las funciones de los brazos y las piernas, y un control del tronco pobre o nulo. Son incapaces de agarrar o soltar el balón de forma consistente y no pueden impulsar el balón de forma consistente en el campo de juego y se les permite utilizar una rampa con la ayuda de un asistente deportivo.

BC4: contiene jugadores con deficiencias no cerebrales que también afectan a su coordinación.

Historia

Este es un deporte del que se pueda aseverar que es el más antiguo practicado por la humanidad: se han registrado tallas de figuras egipcias lanzando piedras desde el año 5200 a. C.

La boccia hizo su debut paralímpico en Nueva York 1984, donde 19 atletas representaron a cinco países diferentes. Actualmente, se practica en más de 75 países de todo el mundo y 116 atletas compitieron en esta disciplina en los Juegos de Tokio 2020.

La prueba fue admitida en los Juegos Parapanamericanos en la segunda edición, celebrada en Buenos Aires 2003. Tuvo una ausencia en los Juegos de Río de Janeiro 2007, pero regresó en Guadalajara 2011 hasta las actuales versiones de los Juegos Parapanamericanos.

El medallero parapanamericano es liderado por Brasil, que cuenta con 19 preseas en total y 10 distinciones de oro.