La historia de Mitch Anderson, el voluntario de Pichilemu que hospedó a 70 extranjeros que apoyaron en los Juegos

La Corporación Santiago 2023 reconoció al californiano que lleva más de 30 años realizando una labor religiosa y social. La sede del surf de los Panamericanos no habría sido tan exitosa sin él.

Los reconocimientos al voluntariado de los Juegos Panamericanos y Parapanamericanos han sido unánimes. Desde el Presidente Gabriel Boric hasta los diferentes medios de prensa han valorado el trabajo efectuado por los casi 11.000 “chaquetas celestes” y lo propio ha hecho la Corporación Santiago 2023. Sin embargo, faltaba el reconocimiento a las voluntarias y voluntarios de una de las sedes: Pichilemu, donde se efectuaron las competencias de surf en sus distintas categorías. Y esa deuda se saldó.

El director de Operación Deportiva del comité organizador, Gustavo San Martín, junto a la jefa de voluntarios, Carola Acevedo, y Karina Mora, voluntaria coordinadora, rindieron un homenaje a Mitchell Conrad Anderson, estadounidense que llegó a Chile en 1988, junto a su esposa Juliett y su hijo Nathan.

“Ese año visité por primera vez La Puntilla, de Pichilemu, y al ver la calidad de las olas, con mi experiencia como surfista de más de 20 años, visualicé que ahí se iban a realizar competencias de nivel mundial, como en los Panamericanos”, dice el californiano Mitch.

En el balneario de la Región de O’Higgins estableció un trabajo cristiano, social y comunitario llamado “Juventud con una Misión Chile” y construyó una piscina temperada semiolímpica “Pura Vida”, donde ya tres generaciones han disfrutado de actividades en deportivas, educacionales, de salud, familia, iglesias, artísticas y culturales.


Mitch Anderson, al extremo derecho de la foto, junto a voluntarios de la sede Pichilemu.

En su terreno, Mitchell Anderson invitó y hospedó a 70 extranjeros que vinieron a apoyar los Juegos Santiago 2023.

“Nuestra experiencia fue súper buena. Yo había comunicado meses atrás con distintas partes del mundo haciendo la invitación y vinieron jóvenes de distintos países, de Suiza, de Norteamérica, de Hawái, de Argentina y hasta de Egipto, listos para servir. Los recibimos como parte de nuestra misión que se llama Juventud con una Misión. Fueron súper lindos, súper buenos”, comenta.

El voluntario galardonado explica que estuvieron “un poco apretados, pero no era nada de otro mundo. Obviamente teníamos que organizar comida, dónde dormir y esas cosas, y fue una experiencia súper grata. Nuestros amigos volvieron a sus casas después del evento y muy contentos, llenos de gozo y alegría por ese tiempo que han podido servir al pueblo”.

Respecto de su evaluación de los Juegos Santiago 2023, Anderson afirma que “para nosotros fue una experiencia excelente. Realmente yo creo que los organizadores lo hicieron con un nivel de profesionalismo, pero también con mucho amor, con mucha amistad. Así que les felicitamos muchísimo por lo que han logrado y de la manera, de la forma como fueron ejecutados y como fueron recibidos por el público y desde el mundo internacional. El Señor les bendiga”.

Por Andrés Aguirre B. / Foto: AAB

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