El 16 de noviembre, el mismo día que puso por primera vez sus pies en la Villa Parapanamericana, cumplió 30 años. Lo celebró con los “Murciélagos”, la selección argentina de fútbol para ciegos que vino a brillar en estos Juegos.
Maximiliano Espinillo nació en Córdoba, es el menor de tres hermanos y se crió en la Villa El Nylon. Empezó a hacer trucos con la pelota a los cinco años y recuerda que .“le ponía una bolsa a la pelota, o agarraba una de plástico, la pinchaba y le metía piedras para que hiciera ruido”
Hoy ese mismo ruido lo acompaña cada vez que defiende la camiseta albiceleste, esas piedras se transforman en cascabeles y el ruido de las canchas de tierra cambia por el silencio del público que lo sigue atónito mientras ataca y ansía marcar goles.
“Maxi” quedó ciego a los cuatros años por un desprendimiento de retina debido a un virus. “Se me hizo una presión ocular muy fuerte, me operaron y el nervio óptico no aceptó la cirugía. No alcanzo a distinguir colores, figuras, pero sé cuando es de día o de noche, nada más”, dice.
Sus padres, que también son ciegos, eran vendedores ambulantes y trabajó con ellos en las calles, recorriendo el centro y la ciudad en bus. Vendían pilas, relojes, lo que fuera. “Yo laburaba con golosinas, chocolates, caramelos, alfajores. Trabajaba en la mañana, de 9 a 1”, cuenta.
Espinillo en las afueras del comedor de atletas en la Villa Parapanamericana (Foto: Pablo Apablaza/Santiago 2023).
MOMENTO GLORIOSO
En el instituto para ciegos al que asistía jugaba todo el día, de ahí su práctica y habilidad. Actualmente, Espinillo juega en el club Los Búhos, de Santa Fe, donde reside. Con Argentina se colgó la medalla de bronce en los Paralímpicos de Río 2016 y la de plata en Tokio 2020. En Lima 2019 obtuvieron el segundo lugar, en un reñido partido contra Brasil y este año ganaron el Mundial de Birmingham, Reino Unido.
Pero el 22 de noviembre, en el Centro de Deportes Paralímpicos, tuvieron su revancha y fue el mismo “Maxi” quien puso el gol de la victoria, con un disparo muy fuerte desde la línea de 12 metros, que golpeó en el palo de la portería.
El 7 de los argentinos se muestra sorprendido por lo que hizo: “A decir verdad, ni siquiera sé cómo llegó el balón a mi pie. Disparé y pensé: ‘Ojalá entre’... y entró”.
“Quedé muy contento por la victoria, era un partido muy especial, hemos jugado varias finales. Lamentablemente, no se dio con Colombia, pero vamos con todo contra Chile para conseguir el bronce”, cierra.
Por: Pablo Apablaza.
Fotos: Photosport.
COMUNICACIONES SANTIAGO 2023
Correo: comunicaciones@
Instagram: @
Instagram Mascota: @fiusantiago2023
Twitter: @santiago2023
Facebook: /Santiago2023oficial
Youtube: @Santiago2023oficial
TikTok: @Santiago2023oficial
Flickr: @Santiago2023
