Cuando conversas con alguno de los tantos representantes chilenos del Para tenis de mesa en estos Juegos Parapanamericanos, hay una frase que saldrá de la boca de todos: “somos una familia”. El equipo está consolidado. Firme. Y, sobre todo, cosechando cada día más éxitos.
Un total de 19 medallas dejó esta competición en suelo nacional, significando una actuación histórica y que puede marcar un precedente. Un nombre clave en este proceso de alza es el de Francisco Carrasco, jefe técnico del equipo, quien tomó la selección en 2011 y ha podido implantar un sello.
“No sé cuál será la clave, pero de mi parte es el trabajo. Yo soy medio exigente a veces, pero el otro día, cuando uno de los chicos sacó medalla, me agradeció el hecho de ser exigente. Quizás no con las palabras más bonitas, pero me agradeció. Yo les exijo mucho, a veces me siento mal, pero creo que eso ha logrado tener esta oportunidad hoy”, narró el profesional.
En esa misma línea, Carrasco admitió que la etapa en la que se encuentra el seleccionado es justo previa a, lo que esperan, sea el salto definitivo de calidad mundial para Chile. Un ejemplo de eso, es que en estos Juegos la mayoría de las medallas las pelearon con deportistas brasileños, de los mejores del planeta.
“Si nosotros queremos dar el salto, este es el camino. Ellos no van a tener vacaciones, en dos semanas más los tenemos trabajando, porque París 2024 es en ocho meses. Nosotros empezamos a trabajar ahora”, agregó el jefe técnico.
Cristián González y Maximiliano Rodríguez. (Foto: Sergio Maureira / Santiago 2023).
LA VISIÓN DE LOS DEPORTISTAS
Tal como Francisco Carrasco destacó fervientemente el trabajo y la disciplina, sus pupilos no sólo agradecen abiertamente su labor técnica, sino que también, afirman sin problemas que su equipo está unido y que se consideran entre ellos una familia.
Así lo comentó, por ejemplo, el joven Claudio Bahamondes, plata en dobles clase 14, quien explicó que “como selección somos súper unidos y la mayoría somos muy amigos, íntimos, ya que compartimos mucho, no solo lo que pasa en la mesa o en el entrenamiento”.
Algo similar a lo que nos comentó Tamara Leonelli, quien se llevó un oro individual y una plata en dobles mixto, y quien, además, fuera del campo cumple un rol de líder. “Creo que esto es gracias a los entrenadores y al cuerpo técnico en general, que nos ayudan todos los días a superar incluso nuestros roces, porque como en cualquier comunidad, tenemos nuestros problemas, pero nos ayudamos entre todos para ser mejores”, arguyó.
Los logros deportivos al interior de la selección chilena de Para tenis de mesa no tienen nombre, sino que se sienten colectivos. Hay un nivel de compenetración tan grande entre compañeros, que lo expresan sin problemas.
Por ejemplo, el jugador Cristian González fue derrotado por su compatriota Maximiliano Rodríguez en la final de la clase 4, sin embargo, al día siguiente jugaron juntos y ganaron el oro en el dobles de la clase 8.
González podría estar frustrado, pero todo lo contrario, está feliz, porque se consiguió el objetivo que se pusieron junto a ‘Maxi’. “La plata a mí no me generó ninguna molestia porque fue mi compañero quien se llevó el oro. Dejamos el máximo de medallas en casa con Maximiliano. Llegamos a todas las finales y ganamos todo lo que tuvimos por delante”, detalló.
El buen rendimiento presentado por la escuadra liderada por Carrasco generó que, gracias a los resultados brindados en Santiago 2023, ya sean cuatro los chilenos que están clasificados para los Juegos Paralímpicos París 2024: Luis Flores (C2), Maximiliano Rodríguez (C4), Tamara Leonelli (C4-5) y Florencia Pérez (C8), todos medallistas individuales.
Escrito por: Carlos Ramírez Salazar.