Cristian Valenzuela es uno de los históricos del deporte paralímpico en Chile. Tras su excelente participación en Londres 2012, donde consiguió la medalla de oro en la prueba de 5000 metros (T-11), Cristian se convirtió en el primer chileno en lograr el podio en estas citas, dato que se mantiene hasta hoy.
Además en 2015, el Para atleta chileno se convirtió en el campeón mundial tras conseguir nuevamente una medalla de oro en los 5000 metros.
A pesar de sus buenos resultados, el fondista decidió retirarse de las competencias en 2017 para enfocarse en sus proyectos personales. Uno de ellos, educar y concientizar sobre la discapacidad y así lograr mayor equidad e igualdad de condiciones. Cristián siente que Santiago 2023 es una oportunidad para ello.
Me parece excelente. Es una tremenda oportunidad para el deporte olímpico nacional, y sobre todo para el deporte paralímpico que creo que ha demostrado un desarrollo importante a todo nivel y va ser una muy buena plataforma para mostrarle a la gente lo que es el deporte paralímpico y a sus exponentes más fuertes. Por todas partes creo que es una buena oportunidad.
Para mí la discapacidad es una característica más de una persona, no más allá que eso y creo que lo que hoy se piensa sobre la discapacidad no ayuda mucho a la igualdad y a la equidad. Entonces, desde ese enfoque, vengo haciendo muchas cosas que tienen que ver con intervenciones, como poner a las personas que no tienen discapacidad en situación de discapacidad. Creo que Santiago 2014 fue una oportunidad desaprovechada desde ese punto y me gustaría colaborar desde adentro para que esto se optimice lo máximo que se pueda.
Ese momento sigue siendo una sensación indescriptible. Cuando crucé la meta después de haber corrido 5000 metros a estadio lleno, y por primera vez un chileno había conseguido una presea a nivel paralímpico, para mí y mi equipo fue una tremenda bendición y por supuesto que cambia la vida. Cuando crucé la meta, entendí porqué perdí la vista a los 12 años, por qué tuve que recorrer todo este camino antes de ganar esa medalla. Muchas cosas empezaron a tomar sentido y empezaron a cambiar. Desde mi experiencia, he sentido que el deporte paralímpico ha sido poco valorado en Chile, aunque ha ido avanzando y hoy está mejor posicionado de lo que estuvo en su momento. Por lo mismo decidí tomar la bandera de lucha sobre la inclusión, porque entendí que en Chile un campeón paralímpico no era valorado de igual manera que en Europa, entonces había mucho que hacer.
No sé si como un referente, pero sí como alguien que ha ido aportando en base a sus logros, al igual que muchos otros nombres, como Cristian Dettoni, Juan Carlos Garrido y Francisca Mardones. Nosotros llegamos a aportar desde nuestro esfuerzo y desde las capacidades que Dios nos dio. Todos de alguna manera somos ejemplo de otro en esta vida, así que sentirme como referente del deporte paralímpico en Chile, la verdad es que no.
Tengo mi fundación, pero hago muchas charlas, visitas a colegios y universidades, hemos estado realizando talleres en la Universidad del Desarrollo. El año pasado, hicimos el primer cuadrangular universitario, donde se realizó una carrera en silla de ruedas donde participaron jóvenes sin discapacidad, con el objetivo de que las personas entiendan que tener una discapacidad es hacer las cosas de una manera distinta, nada más que eso.