El 2020 fue un año difícil para los deportistas. La suspensión de competencias y las complicaciones para completar los entrenamientos afectaron a algunos, pero no a María José Mailliard.
La chilena, que ya está en la historia del canotaje, logró sumar dos hitos trascendentales en su carrera este 2020 que terminó: ganar la primera medalla de oro en una cita planetaria para este deporte en el Campeonato del Mundo realizado en Hungría y clasificar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
La destacada seleccionada nacional nos cuenta más sobre su deporte, su vínculo con el canotaje y su posible participación en Santiago 2023.
Durante 12 años fui nadadora, seleccionada nacional de aguas abiertas. A finales del 2010, tenía que decidir si entrar a la universidad o no, y la natación ya no me entretenía como antes. Una vez en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) le comenté mi posible retiro del deporte a Reinaldo Rill, entrenador nacional de canotaje en ese entonces, y él me dijo que no lo hiciera, que me iba a invitar a la laguna para ver si me gustaba el canotaje. En un principio fue demasiado difícil, pero me gustó mucho. Siempre me han gustado las cosas al aire libre y sobre todo si son en el agua.
El canotaje es un deporte muy completo, no es solamente subirse a un bote y remar, sino que es equilibrio, mentalidad, fuerza y balance. Personalmente entreno alrededor de 6-7 horas diarias, lo que consta en dos sesiones de agua por día y una sesión de gimnasio. También hago Yoga.
En Chile el canotaje se desarrolla mucho más en el sur. Más al norte, creo que soy la única practicando. Ahora, con el fin de potenciar el inicio y formación de deportistas, se están haciendo “semilleros” o escuelas de canotaje, pensando en la proyección del deporte.
En mi caso, en este momento, es la motivación. Después de lo que pasó (aplazamiento) con los Juegos Olímpicos cayó mucho la motivación y además, mantenerse en Chile motivada entrenando es muy difícil, porque hay poca gente practicando el deporte. Personalmente, he tenido que luchar constantemente con mi cabeza para mantenerme motivada.
Más que haber ganado la medalla, lo que más me llena de este logro es ser la primera deportista de canotaje en clasificar a unos Juegos Olímpicos, que es lo más grande a lo que un deportista puede aspirar.
Sí, vengo haciendo historia hace un par de años, desde que empezó el ciclo olímpico ganando medallas en los Juegos Bolivarianos, ODESUR, Lima 2019 y ahora a nivel mundial, pero falta la más importante, la medalla olímpica. Estoy convencida de que podemos lograrlo y estamos trabajando duro para eso.
Personalmente, estoy pensando si seguir o no. Tenía pensado retirarme después de Tokio, pero el canotaje en Chile está en una situación complicada y no tenemos exponentes para Santiago 2023. Esto me ha hecho pensar en aplazar mi retiro y seguir hasta París 2024. Estamos evaluando y viendo cómo vamos en el nivel.
Si llego a competir en Santiago 2023, mis aspiraciones son medallas. Hoy me encuentro en la élite mundial del canotaje y eso me permite soñar con una medalla de oro en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023 y que mejor que sea en casa.