Un gran nombre que llenó de gloria la historia del deporte cubano fue el gran Teófilo Stevenson. Nacido el 29 de marzo de 1952 en poblado de Delicias, desde pequeño demostró su talento para los puños y motivado por sus padres decidió dedicarse al boxeo. Su envergadura física le dio la entrada a la categoría pesada y en 1968 ganó la medalla de oro en el Campeonato Nacional Juvenil de la Habana. De ahí, comenzó una carrera plagada de triunfos y éxitos defendiendo a Cuba, siempre a nivel amateur, pese a que fue tentado en reiteradas ocasiones con millones de dólares para dedicarse al profesionalismo.
Su primera participación en unos Juegos Panamericanos fue en Santiago de Cali en 1971 donde perdió en semifinales frente al estadounidense Duane Bobick. Al año siguiente saltaría al estrellato al ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Münich 1972.
La popularidad de Stevenson creció exponencialmente. En 1975 en los Juegos Panamericanos en México, se quedó fácilmente con la de medalla de oro. Cuatro años más tarde repetiría la hazaña en San Juan de Puerto Rico.
En Montreal 1976, Teofilo Stevenson con sólo 24 años conquistaría su segundo título olímpico. La idolatría del pueblo cubano llegaría en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980, cuando además de ser el abanderado de su país, se convierte en el segundo boxeador de la historia en conquistar tres títulos olímpicos consecutivos, tras el húngaro László Papp. En títulos mundiales, conquistó uno tras otro las coronas de La Habana 1974, Belgrado 1978 y Reno 1986. Para muchos el más grande pugilista que ha visto el mundo aficionado en los rings, con un espectacular récord en 321 peleas de 301 victorias, muchas de ellas por KO, y sólo 20 derrotas, sin terminar nunca en la lona.
LA PELEA QUE NUNCA FUE
Dicen que habría sido una estrella capaz de retar hasta al propio Mohamed Alí. En 1978 promotores de Estados Unidos (entre ellos Don King), se acercaron a las autoridades deportivas para ver si concretaba la pelea del siglo Ali-Stevenson. El propio Ali en compañía de varios promotores de boxeo profesional viajaron a La Habana ese año, para intentar reunir en cinco peleas a Ali, monarca profesional y Stevenson, titular olímpico y mundial. Ali tenía en ese entonces 36 años de edad, 10 años mayor que Teófilo, aún se encontraba en buenas condiciones físicas pero entrando en el epílogo de su carrera. Sin embargo, nunca pudieron ponerse de acuerdo en el número de rounds: Cuba pedía tres, a lo que estaba acostumbrado su campeón, pero los promotores de Alí veían más posibilidades para su monarca si los asaltos se elevaban a 10 o 15. No hubo pelea, pero si un gran encuentro entre las dos leyendas.
Teófilo Stevenson fue un ídolo de ídolos, quien junto a otros grandes como Félix Savón, Javier Sotomayor y Mijaín López entre otros, engalanan la historia del deporte cubano. Stevenson falleció en junio de 2012 a los 60 años, pero su nombre, sus logros y su legado en el boxeo y deporte cubano quedaron en la historia panamericana y mundial.