Las pruebas de gran fondo de ciclismo de ruta son cosa seria. En los Panamericanos 2023, los 157,5 kilómetros que recorren los varones y los 122,5 km que deben cumplir las damas, estresan a cualquiera, más aún con la lluvia cayendo sobre Santiago, a lo que se suma el desnivel positivo que tiene el circuito y las empinadas rampas de las repetidas escaladas al cerro San Cristóbal. Los y las ciclistas no la tendrán fácil.
Y mientras los corredores intentan buscar oxígeno como sea para pedalear con fuerza, hay un señor que va en el pelotón, sentado en una moto, de pasajero. Es el regulador y, en Santiago 2023, se llama Iván “Gato” Muñoz, quien fue ciclista en los 80, es comisario continental en ruta y pista por la Unión Ciclista Internacional (UCI) y se encarga de que toda la prueba marche “sobre ruedas”.
Iván Muñoz, quien ha participado como comisario e inspector de doping en campeonatos nacionales, sudamericanos y mundiales, “y no sé en cuántas Vueltas de Chile, ya perdí la cuenta”, explica el hombre que en los actuales Juegos está trabajando de asistente técnico del sport manager, “en un equipo que debe asegurar que todo esté de acuerdo a reglamento y que la ruta esté bien habilitada”.
El profesional agrega que, “por ejemplo, el vallado en curvas cerradas, en algunas bajadas y sobre el final de la carrera, donde las vallas técnicas tienen que estar unidas desde 300 metros antes de la meta hasta 100 metros después. Nos preocupamos de que la señalética esté correcta, que indique la distancia que falta, que señale las zonas de abastecimiento y las zonas de desecho, donde los corredores pueden desechar caramayolas u otros pesos. También que haya banderilleros con silbato para alertar cualquier situación que podría ser peligrosa”.
Ciclismo de ruta realizado en la comuna de Providencia.
Con anterioridad a la carrera, todo este equipo había trabajado en las coordinaciones con Carabineros para que funcionarios vayan abriendo y cerrando la ruta.
- Y hoy le toca ser regulador de las carreras. Irá cómodo en moto viendo la carrera mientras los corredores mueren del esfuerzo…
“Voy en moto, pero no crea que es cómodo ni sencillo. En carrera hay una cantidad de comisarios y de motos -de las cámaras, de asistencia a los ciclistas- que tienen que estar en la ruta y cada uno va cumpliendo una función. El regulador debe ir ‘jugando’ de acuerdo con las circunstancias de la carrera, a veces al frente del pelotón, a veces detrás de todos, ya que gestionamos la circulación de los vehículos en la caravana y velamos por el éxito de la carrera. Hay que anticiparse a los puntos peligrosos de la prueba y administrar el movimiento de los vehículos de apoyo y motocicletas. La idea es no interferir en el progreso de la carrera y estar a una distancia tal de los ciclistas para que nadie se beneficie de la estela. En caso de una caída, que es probable con el piso resbaloso por la llovizna, hay que asegurar un buen acceso a la ambulancia. También se debe intervenir si es que la competencia ha sido neutralizada por el director… En fin, son muchas tareas y, la verdad, no se ve mucho la carrera”.
Por Andrés Aguirre / Fotos: Andrés Aguirre.
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