“Nos caracteriza la unión familiar y lo hacemos igual con nuestros alumnos. El judo es unión. Es lo principal”. Así de clara fue Judith Jaque al conversar con nosotros, menos de diez minutos después de la pelea por el bronce de su hija, ‘JudiJudo’ González, en el tatami del Centro de Deportes de Contacto.
La imagen fue desgarradora, pero muy clara. La panameña Lilian Cordones derribó a la nacional de forma válida, y la chilena no pudo reponerse más, rompiendo en llanto en el medio del recinto, ante el aplauso incrédulo de su fanaticada más fiel: su familia.
Es que el clan González Jaque no entiende el mundo ni la vida sin el judo. Todos marcialistas. Todos cinturones negros. Desde su fallecido padre y sensei, Carlos González, quien conoció a su madre Judith Jaque en un torneo de este deporte, pasando por sus cinco hermanos también judocas, la empatía en ese momento difícil fue visible.
La familia sabía lo que estaba pasando, como deportistas y como parientes. “Ella no va a venir muy contenta, la conozco. Siempre quiere ganar y ganar, pero no siempre pasa. Rozamos la medalla. Veo puras cosas positivas de su participación en el torneo”, afirmó su madre, instructora de judo por décadas.
El clan González Jaque apoyó desde las tribunas. (Foto: Carlos Ramírez / Santiago 2023).
‘JudiJudo’, como es popularmente conocida la deportista, nos regaló dos minutos de su tiempo en una de las tardes más complicadas de su carrera profesional. Su rostro y su semblante lo dejaban más que claro: estaba triste y desolada.
“Estoy esperando un poco para calmarme y poder conversar con ellos. Por razones obvias debo primero bajar la intensidad sobre lo que fue hoy. Pero en realidad sí, el judo es mucha unión y también lo es en mi familia”, aseguró la exponente nacional en la categoría -52 kilos.
En esa misma línea, al pie del tatami, la judoca proyectó lo que sería su encuentro con la ‘familia del judo’, explicando que “viene un abrazo y es por eso que estoy bajando las emociones y esperando un minuto para asimilar bien lo que pasó y no romper en llanto cuando vea a mi mamá”.
Por último, aún con la emoción a flor de piel, Judith se sinceró respecto a su paso por Santiago 2023. “Lo estoy pasando mal ahora, pero he disfrutado mucho estos Juegos. Es una experiencia incomparable. Ningún evento ha sido así y me encanta recibir el apoyo, no solo de la gente del judo, sino que de todo Santiago y Chile”, narró.
Lo que es un hecho, es que el clan González Jaque entiende del deporte y estas jornadas que vienen estarán más unidos que nunca. Unión, símbolo clave del judo.
Escrito por: Carlos Ramírez Salazar.
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