Carlton Frederick Lewis (Birmingham, USA, 1961) es una de las figuras legendarias de la historia del atletismo. Un atleta que dio sus primeros pasos internacionales en los Juegos Panamericanos de San 79´, y quien con sólo diecinueve años ya formaba parte del equipo olímpico estadounidense. Sin embargo, el boicot de su país a los Juegos Olímpicos de Moscú 80 le impidió competir. Debutó finalmente en el equipo olímpico en casa, en los Juegos de Los Ángeles 84´, donde saltó al estrellato: obtuvo cuatro medallas de oro, en los 100 y 200 metros, en salto de largo y en relevos 4x100 y se ganó el apodo de “Hijo del viento”. En LA 84´, y con los ojos del mundo esperando que lo hiciera, igualó el enorme logro de Jesse Owens en los Juegos de Berlín 36´, quien en la antesala de la Segunda Guerra Mundial había hecho lo propio delante de Hitler.
En los dos siguientes Juegos, Seúl 88´ y Barcelona 92´, ya siendo uno de los deportistas más conocidos del mundo, Lewis consolidó su medallero. En Seúl, además de convertirse en el primer atleta en ganar el salto largo en dos Juegos consecutivos, protagonizó una polémica victoria en los 100 metros: el velocista canadiense Ben Johnson, ganador del oro, fue descalificado luego de la prueba de dopaje, que reveló el consumo de esteroides. Un escándalo mundial que acrecentó la fama de Lewis, a quien se consideró como el más perjudicado por la trampa de Johnson.
En 1991 batió el récord mundial en los 100 metros planos con una marca de 9.86 segundos. En Barcelona 92´ ganó la tercera de oro en salto largo, siendo el dominador de la prueba durante toda la década de los 80. En sus últimos Juegos, los de Atlanta 96´, no logró la clasificación por tiempos en las pruebas de velocidad, y tampoco formó parte del relevo estadounidense, en una polémica decisión. Sin embargo, obtuvo el cuarto oro en salto largo, el noveno de su distinguida carrera olímpica, una marca que difícilmente otro atleta repita en la historia del atletismo.
Carl Lewis nunca pudo batir el record de Bob Beamon en salto largo, aquellos increíbles 8.90 metros de México 68. Sería otro estadounidense quien lo haría: Mike Powell en el mundial de Tokio 1991, en la que se considera la mejor secuencia de saltos de la historia, protagonizada por Powell y Lewis, quien se quedó con la plata en ese mundial.
Carl Lewis, a pesar de ser considerado un atleta frío y calculador, siempre estuvo dispuesto a representar a su país en todas las competencias que se le requiriera. Es así como su debut panamericano se produjo en San Juan 79´. De aquellos Juegos Lewis recuerda: “Fue mi primera competencia internacional, tenía 17 años. Mi entrenador me dijo “anda”. Era un momento simpático para mí. Mi mamá compitió en los primeros Juegos Panamericanos, en Argentina. Fue fantástico” declaró. En San Juan ganó el bronce en salto largo con 8.13. Ocho años después, en Indianápolis 87´, impuso los 8.75 que permanecen hasta hoy como record de los Juegos Panamericanos, además del oro del relevo 4x100.
Carl Lewis es ahora entrenador y visitó Lima durante los Panamericanos de 2019. Cinco atletas estaban bajo su tutela en aquellos Juegos. Lewis fue una de las grandes atracciones de Lima 2019, convocando a gran cantidad de prensa en cada aparición. “Necesitamos explicarles a nuestros deportistas que los Juegos Panamericanos son una cosa enorme. Es una oportunidad relevante para ellos”, aseguró junto a Leroy Burrell, su compañero de velocidad en la década de los 80, también presente en Lima.
Lewis dejó varias lecciones tras su paso por la capital peruana y potentes mensajes a los deportistas: “No se trata de ganar una medalla, sino de representar a tu país de la mejor manera para que estén orgullosos de ti. Yo gané en los Panamericanos de 1987 ocho años después de la primera vez y muchos de los que estuvieron en 1979 no regresaron. Deben entender que se debe hacer lo mejor porque no se sabe si habrá una próxima vez. No tomen las cosas por seguras”.