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Vivencial panamericano: una hora caminando por el entorno del Parque Estadio Nacional

Tres avenidas y una calle que también lo parece. Bajo el sol del mediodía, descubre qué ocurre en las veredas del corazón de Santiago 2023. Olor a almuerzo, el color de la feria, un paradero en reparación, información de Testigos de Jehová, escolares en peregrinación, un corpóreo extranjero y una fila de gente ilusionada por los últimos tickets.

El sol alcanzó su cénit y pega fuerte. Es mediodía en el Parque Estadio Nacional, 64 hectáreas que respiran y vibran con el deporte. La fiesta de Santiago 2023 ocurre en el interior, pero… ¿qué pasa afuera en las calles? Acompáñanos en este recorrido de poniente a oriente por las tres avenidas y la calle que rodean al epicentro de los Juegos: Marathon, Guillermo Mann, Pedro de Valdivia y Grecia.

MARATHON

Se acerca una hora exacta, quedan pocos minutos para que los dos palitos gruesos del reloj se unan. Los motores están encendidos, los buses y sus conductores esperan a los pasajeros para cumplir con el horario pactado. No hay tiempo que perder. 

Dos periodistas argentinos están perdidos, buscando entre los colosos multicolores una van que habían dejado pasar al principio, al lado de la “Frutería Marathon”. El dueño le prepara una hamburguesa a un cliente. También existe el mundo invisible. En una caravana de autos entra Mijaín López, el famoso deportista cubano y tetracampeón olímpico de lucha grecorromana. Los ojos están atentos a la seguridad, ni un detalle puede escurrirse.


Foto: Santiago 2023.

Se acumulan los pasos y la vereda es un estacionamiento. Al frente, se cumple la mitad de la jornada de la Feria Grecia, un oasis de sombra que apenas dura un minuto de caminata. No está repleta, eso pasa los domingos y hoy es jueves. “¡Todo fresco, todo barato!”, gritan los caseros. Ya se avizoran las decoraciones de Halloween. En la esquina con la Calle 2, empieza una pasarela de toldos azules que se extiende por 400 metros y llega hasta Francisco Meneses. Huele a almuerzo.

Bicicletas dadas vuelta, herramientas colgadas en la pared, piezas metálicas y un sonido de ajuste. El taller es la vida del último tramo. Varios buses entran al lado del Centro de Deportes de Contacto, el punto de acceso más meridional y bien resguardado. En general, sólo pasan delegaciones y jueces. Se siente el patrullaje. 


Foto: Santiago 2023.

GUILLERMO MANN

Al principio, si se cuenta sólo a la especie humana, es un pueblo fantasma. Pareciera que solo andan vehículos de cuatro ruedas -incluso uno mediano los lleva en andas-. La excepción son dos trabajadores que limpian el sector. Algo importante es que el acceso al público está a dos kilómetros caminando. 

Hay autos que llevan varados una ilusa eternidad, pero al mismo tiempo están acompañados. Algunos tienen el privilegio de ser enchulados y compartir su upgrade con los demás. A lo lejos siempre se ve una baliza. Una mujer trota concentrada, como si compitiera en el maratón del domingo pasado y estuviera en la Explanada del Parque O’Higgins.


Foto: Santiago 2023.

Una pareja anda en bicicleta. El hombre tiene una mano en la bici y otra en la correa de su perro que les sigue el paso. En la vereda sur, un amigo le pone la mano en el hombro a su compadre y caminan a ritmo cansino. ¿De dónde vienen?, ¿a dónde van? Cada 40 metros se responden dudas en las puertas vigiladas. Si hay algo que entra por aquí, es madera.

PEDRO DE VALDIVIA

Cinco hombres reparan un paradero de micro. Aquí sí anda más gente, algunos esperan el transporte, otros pasean al perro. No faltan los que cruzan la calle donde pueden (o quieren). Como la avenida paralela, también es un estacionamiento pero puede mofarse de sus veredas. Son más grandes, entonces los autos son menos invasivos, aunque avancen y retrocedan al lado del caminante.


Foto: Santiago 2023.

Los árboles hacen un pasillo hermoso, corre una brisa fresca que calma el agobio. Pasa la micro, ¿habrá recogido a los del paradero? Cientos de escolares caminan al metro Estadio Nacional. La entrada al Coliseo es concurrida. Gente sale y entra. Los Testigos de Jehová esperan, son pacientes y estoicos. Aprovechan la sombra de una palmera. Aparecen las vallas, que abren un portal del zig zag. 

Se escuchan los primeros perros ladradores, el resto debe estar durmiendo. Estos canes son conscientes de que deben defender el espacio público, como si fuera un fuerte de madera del siglo XVI y su dueño un conquistador.


Foto: Santiago 2023.

GRECIA

La estación del metro es la frontera. Ahí también están los Testigos de Jehová. Sonrientes. Se ubican milimétricamente en una sombra no más larga que tres pies enfilados. Llegó el momento de la población flotante. "¿Te puedo molestar?", se escucha. Se piden aportes para fundaciones y se entregan flyers de ofertas gastronómicas. 

Emerge un color ‘verdeamarelo’. Es un corpóreo brasileño que funciona como imán, una onça pintada perfecta para una foto imperdible. Parece que es uno, pero en realidad hay varios voluntarios brasileños con poleras azules hablando de sus causas. Regalan pulseras de macramé. 


Foto: Santiago 2023.

Es la entrada principal del público al Parque. En la misma escena hay dos carabineros a caballo, más Testigos de Jehová pero con sombreros y paraguas, aquí no pueden escapar del sol. El hombre blanco y desnudo que cuida el estadio reluce, se asemeja a una estrella fulgurante, tal como la que tiene encima en el cielo. 

Cien personas hacen fila en la boletería física, ilusionados con obtener los tickets que quedan para vivir los Juegos. Existen caras de esperanza y de una predispuesta decepción. Unos se suman a la cola y otros se rinden, los apartados observan los entrenamientos de tenis. Se escuchan de fondo los gritos en el Court Central y en las demás canchas con butacas blancas. No se ve el recorrido 520, el famoso bus de dos pisos. Como un ave difícil de pillar, se le puede avistar a cierta hora. 


Foto: Santiago 2023.

Nuevamente se aísla la calle, solo se escuchan soplidos de motor. Curiosamente no han habido bocinazos, como si todos estuvieran de acuerdo. No es un mito que los buses pasen todos juntos, hay cinco rojiblancos eléctricos pegados uno tras otro. Ojalá no sean del mismo recorrido. En este viaje que partió en el oeste y termina donde mismo, se ve el último cartel de Fiu indicando dónde ir para observar las competencias. La invitación a descubrir la gloria de Santiago 2023.

Escrito por: Vicente Vásquez Feres.

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