Los valores deportivos, tales como la pasión, la determinación y la perseverancia, han sido claves en esta transformación social, abriendo cada vez más puertas a la inclusión de otras comunidades en su práctica recreativa y en el alto rendimiento.

Empoderarse, vencer barreras físicas y sicológicas a través del deporte y la actividad física, es una práctica transformadora individual y de mayor alcance si ésta se realiza en comunidad, ayudando a conocer diferentes realidades, destruyendo prejuicios y celebrando la diversidad de todas las personas.

Desde las Naciones Unidas, detallan sobre los beneficios sociales del deporte “La participación regular en actividades deportivas y físicas genera diversos beneficios sociales y para la salud. No solo tiene una incidencia directa en la forma física, sino que también inculca opciones de estilos de vida saludables a los niños y los jóvenes, ayudándoles a estar activos y luchar contra las enfermedades no transmisibles. Varios estudios realizados por la Organización Mundial de la Salud también han puesto de manifiesto que el ejercicio físico puede estimular una salud mental y un desarrollo cognitivo positivos. Se ha vinculado el ejercicio a la mejora de la autoestima y la confianza en uno mismo, así como a la generación de efectos positivos para las personas que sufren depresión y ansiedad”.

En el Día del Orgullo LGBTI+, el mundo conmemora la pasión, la determinación y la perseverancia de quienes han visibilizado a toda una comunidad discriminada a través de la historia, pero que desde el empoderamiento ha logrado hacer valer sus derechos y enfrentar aspectos culturales de nuestra sociedad, que no valoran el rol de la diversidad en el el desarrollo de nuestra comunidad.

Uno de los ejemplos nacionales sobre los roles de género en el deporte, al igual que en muchos otros aspectos de nuestra cultura, han definido a lo largo de la historia disciplinas reservadas para ciertas personas, limitando a otras la posibilidad de ejercer su práctica de manera libre y despreocupada por prejuicio a sus capacidades físicas o reglas sociales que hoy suenan obsoletas.

Gracias al espíritu de algunas valientes mujeres que movidas por la pasión se enfrentaron a estos cánones empoderandose a través de la práctica deportiva, es que hoy, por ejemplo al hablar de “La Roja”,  comenzamos lentamente a distinguir entre su selección femenina o masculina, defendiendo los logros de ambas selecciones con el mismo fervor y otorgándole el mismo mérito.
 

Y a ti ¿qué deporte te moviliza a vencer barreras? Empodérate y practícalo con orgullo.

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