Toa Baja es un municipio situado en las afueras de San Juan, la capital de Puerto Rico. Entre los 90 mil habitantes se encuentra la familia Mojica, que viajó específicamente a ver a la delegación de vóleibol en Santiago 2023. Su periplo con la escuadra puertorriqueña no es nada nuevo, pues la pasión comenzó a través de sus hijas, Vilmarie y Milianette, jugadoras profesionales y otrora integrantes de la selección femenina. Entre su hogar y el Arena Parque O’Higgins hay 5.800 kilómetros de distancia, donde están sentados en primera fila, totalmente coloridos con sus camisetas y banderas.
“El equipo de vóleibol está pasando por una transición, hay muchachas bien jóvenes. Veo poca estatura pero son bien aguerridas, están dándolo todo en la cancha. Van a ganar la experiencia”, dice Ángel Mojica (64), el padre. Recuerda que su primer viaje siguiendo el vóleibol fue hace 20 años, cuando Vilmarie era una “novata”. Continuaron sus aventuras por distintos países, las que se plasmaron, por ejemplo, en los Juegos Panamericanos de Río de Janeiro 2007 y los Juegos Olímpicos en esa misma ciudad en 2016. En aquella cita deportiva, la hija mayor anunció su retiro de la selección.
Puerto Rico y Colombia enfrentándose en el vóleibol femenino (Foto: Photosport).
“Nosotros respaldamos el deporte y nos sentimos contentos con las actuaciones de nuestros boricuas, ellos tratan de darle el máximo siempre en cada disciplina. Mientras podamos, los vamos a apoyar”, sentencia Ángel. Su hija menor, Milianette Mojica (33), comenta que venir a Santiago 2023 “ha sido una linda experiencia, es la primera vez que vengo a Chile y ha sido muy bonito conocer el país y al mismo tiempo disfrutar de estos Juegos Panamericanos. Venimos del mundo del vóleibol, así que se siente muy bien. Todo está bien organizado y rotulado, el público está alegre”.
La madre de las hermanas Mojica, Vilma Medina (64), está tremendamente feliz. “Nos ha encantado el país, su gente ha sido muy amable y estamos muy orgullosos de nuestras hijas que fueron voleibolistas. Por eso estamos apoyando todos los deportes de Puerto Rico”, declara. A esta familia boricua le toca sufrir, pues el partido que ven desde las gradas contra Colombia se define en un infartante quinto set, tras una ventaja inicial de dos sets a cero para las puertorriqueñas. Finalmente, el duelo se lo llevan las cafeteras.
Escrito por: Vicente Vásquez Feres.
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