Imagina esta situación. Vas subiendo por unas escaleras que parecen enormes, la vista periférica se tiñe de azul, el silencio es vigoroso. Llegas a una plataforma que ante la mirada del resto es intimidante, pero para ti es una extensión más del cuerpo. A tu lado, tu fiel compañera de tantos entrenamientos, alegrías y penurias. Sin hablar ni mirarse, toman posición, se paran de puntillas tres veces y saltan. Es una caída de diez metros que termina en un abrazo con el agua.
En una nebulosa de sensaciones, sales de la piscina. Ahora sí cruzan miradas, saben que fue una ejecución prácticamente perfecta. Hay flashes, aplausos y te llevan una toalla blanca. Mientras te secas, el equipo te comenta la gran noticia: es el final de la ronda y acaban de ganar la medalla de plata de saltos sincronizados en unos Juegos Olímpicos. ¿Qué sensación, no? Eso le ocurrió a Alejandra Orozco (26), clavadista mexicana que triunfó en Londres 2012 con apenas 15 años.
La oriunda de Guadalajara hizo historia en la capital inglesa, al convertirse en la deportista más joven de todo México en llegar al podio en la competencia de los anillos. Esa epopeya la logró junto a Paola Espinosa, una leyenda de los clavados que abrió el camino con sus cuatro participaciones a nivel olímpico.
Alejandra Orozco (izquierda) junto a Gabriela Agúndez (derecha) luciendo su medalla de bronce en el podio olímpico de Tokio 2020 (Foto: Getty Images, 2021).
A 11 días de comenzar Santiago 2023, Alejandra hoy tiene la misma edad de quien fuera su mentora en dicha epopeya y se perfila como una de las grandes favoritas para alcanzar medallas en la disciplina -tanto de forma personal como en pareja-. Argumentos tiene, pues en los Juegos Panamericanos ostenta tres medallas: dos bronces en los 10 metros sincronizados de Toronto 2015 y los 10 metros individuales de Lima 2019, además de la plata en 10 metros sincronizados en esa misma edición.
Con el paso del tiempo, la carrera de Orozco en el alto rendimiento se ha mantenido. Tanto así que en Tokio 2020 volvió a ganar una presea olímpica. En esa ocasión, obtuvo el tercer lugar y su compañera fue Gabriela Agúndez (23), con quien ya había triunfado en Perú. Agúndez es otra de las destacadas figuras que dirá presente en el evento multideportivo más grande del continente. Ambas están clasificadas para París 2024, tras una sobresaliente actuación en el Campeonato Mundial de Natación de Fukuoka, Japón, que se realizó en julio de este año.
Las competencias de clavados femeninos y masculinos se disputarán en el Centro Acuático de Ñuñoa, ubicado en el Parque Estadio Nacional, entre el viernes 20 y el miércoles 25 de octubre.
Escrito por: Vicente Vásquez Feres.
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